INTELIGENCIA EMOCIONAL:
Instrumento Clave del éxito profesional y empresarial (2ªParte)
Hasta la
actualidad, prácticamente, se ha venido midiendo la inteligencia de las
personas a través de una serie de pruebas lógico-matemáticas, verbales y
espaciales que nos indicaban su Cociente Intelectual (en adelante CI)).
Imagen extraída de www.diplomat.am
Ahora bien, el resultado de estas
pruebas vaticinaba de alguna manera el rendimiento o trayectoria académica de
la persona pero, bajo ningún concepto, el éxito a nivel profesional, afectivo y
social. Todos conocemos a algún amigo, familiar o conocido que tiene un CI alto
pero que por alguna razón “misteriosa” no ha tenido suerte en la vida.
Si
viviéramos aislados (es decir, fuera de la sociedad), el CI sería prácticamente
suficiente para poder sobrevivir en plenitud, pero cada vez en mayor medida
vivimos en sociedades netamente urbanas, y nuestra IE se hace capital a la hora
de desarrollarnos como personas en este entorno digamos “más poblado”.
Las
investigaciones sobre nuestro cerebro han determinado que además de medir el CI
de una persona es necesario también medir su Cociente Emocional (en adelante
CE) para determinar las posibilidades de éxito, y no sólo eso, además este
coeficiente, al contrario que el intelectual, no es fijo (o prácticamente fijo)
sino que puede desarrollarse a lo largo de la vida de una persona.
Imagen extraída de www.coachingencursos.com
Ahora la pregunta que nos debemos
hacer es ¿cuáles son las razones por las cuales es tan importante nuestra IE?
Para contestar a esta pregunta lo mejor es poner algunos ejemplos:
- § Según estudios realizados, los resfriados y los procesos de dolencia gastrointestinal que afectan a los alumnos aumentan exponencialmente en periodos de exámenes. Las conclusiones a las que se llegaron indicaron que este cuadro clínico es debido a que nuestro sistema emocional se encuentra desequilibrado en base a una situación de estrés sobrevenida.
- § ¿Inteligente o Listo? Esta es la pregunta que nos hacemos cuando alguien resuelve un problema de un modo diferente al convencional. Lucrecia Pérsico describe en su libro “Guía de la Inteligencia Emocional” una anécdota parecida a la siguiente que responde a la perfección esta pregunta: La madre de Miguelito decide celebrar la fiesta de cumpleaños de su hijo, y para ello planea realizar una serie de juegos para amenizar la fiesta a todos sus amiguitos. Uno de ellos consiste en dar a cada niño un cubo de rubik con el compromiso de dar un “gran regalo” a aquel que logre ordenar por colores cada una de sus caras. A los 15 minutos llega una niña y tirándole de la falda le dice: “Ya está hecho. ¿cuál es mi regalo?”. La madre de Miguelito se queda muy sorprendida de la rapidez con la que la niña había ordenado el cubo, y le dice con los ojos muy abiertos: “¿pero cómo lo has hecho tan rápido?”, y la niña ante la pregunta se encoge de hombros respondiendo: “Era fácil, solo había que cambiar las pegatinas”.
Cubo de Rubik
Bien, descrita la anécdota, ¿cómo se podría adjetivar a la niña? ¿de
inteligente o de lista?. Casi todos nosotros diríamos que como no ha ordenado
el cubo de la manera convencional, es decir, de manera “inteligente” girando
los planos horizontales y verticales del cubo, la niña es “lista” pero, ¿la
madre de Miguelito les explicó cuáles eran las reglas a seguir para ordenar sus
cubos? La respuesta es No, por tanto, ¿porque no habría de ser válida la forma
de resolver el problema por parte de la niña?
Esto que es una simple anécdota explica en muchas ocasiones porque no
conseguimos resolver con éxito los problemas que nos plantea la vida, y por
tanto, la forma en que nos auto-limitamos nosotros mismos por no utilizar
nuestra IE.
- § ¿Aceptan de igual modo los transtornos emocionales a mujeres y a hombres?. La respuesta es No. Según el último estudio realizado en la Universidad de Basilea las mujeres son más propensas a sufrir trastornos de índole emocional (como la depresión o la ansiedad) (extraído de: http://www.tendencias21.net/Los-hombres-y-las-mujeres-procesan-las-emociones-de-manera-distinta_a39437.html )
Explicadas
algunas de las razones que apoyan la importancia de desarrollar nuestra IE o
mejor dicho nuestro CE, es hora de cuantificar los porcentajes de ambos que
coexisten en nosotros. Según Daniel
Goleman, para alcanzar el “éxito”,
entendido éste como llevar una vida profesional y personal equilibrada,
utilizamos en un 20% nuestro CI (que habíamos dicho era fijo o prácticamente
fijo), y un 80% de nuestro CE (que se puede seguir desarrollando a lo largo de
nuestra vida).
Teniendo en cuenta estos
porcentajes, y que en la mayor parte de nuestra etapa educativa se está
fortaleciendo el CI, no es de extrañar que nos encontremos un poco cojos
emocionalmente hablando y necesitemos reforzar nuestro CE.
La siguiente etapa en nuestro
conocimiento de la IE será averiguar cuáles son sus capacidades….pero eso será
en un nuevo post.
Hasta la
próxima!!
Un saludo a todos.
Juan Antonio
Marco.
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